Si los duendes y hadas de los teatros existen, como se afirma, los que viven en el Teatro Colonial de Avellaneda se habrán enamorado el 8 de abril, con el recital de Chili Fernández. Por la música y voz melodiosa del artista que bajaba del escenario y por las miradas embelesadas y los gritos apasionados que le devolvían las fans desde las butacas.

Chili regaló momentos extraordinarios a sus fanáticos, con los grandes éxitos y también con canciones inéditas. Y les ofreció la sorpresa de invitados que no pasaron desapercibido. Como Azul Carrizo, La Dama del Acordeón, que dejó a todos con la boca abierta al mostrar que también puede enamorar con otro instrumento, el saxo, al interpretar su versión de “No me olvides”, de Luis Miguel.

*Leé la nota completa en MDT 120

/